miércoles, marzo 26, 2008

No moriré sin decir que he sentido
con poca gloria pero honesto
moriré por lo que he de sentir.

Entramos al mismo lugar
con algunas vidas de diferencia
ella estaba llena
yo estaba muriendo la última.

Su alma me encontró por ahí
dibujando cicatrices en el mantel
sin dejar de aletear se me sentó al lado
era yo quien al cielo la había llamado.

Su luz alcanzo a la gente
que sin darse cuenta de la divina
caminaban en sus egoísmos.

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